Características – La langosta se pesca en verano. En el mar Cantábrico, en concreto en Isla, ha sido un crustáceo abundante que ha contribuido a su desarrollo turístico. Hoy, es un bien más escaso. La langosta moruna se pesca en el Atlántico, de carne menos tersa, menos sabor y se distinguen por el color de la cola, de un tono pardo.
Los mariscos españoles son en general los mejores del mundo. En la costa española se encuentra la langosta común (Panulirus elephans) y la langosta mora o marroquí (Panulirus mauritanieus). Para diferenciarlas hay que fijarse en la cola : la primera es de color rojo intenso con puntos blancos simétricos, mientras que la africana es rosa teja y con el caparazón lleno de púas.
En cuanto a la langosta congelada, la mayor parte procede de Cuba, con fama de ser más insípida que la europea. La más apreciada es la langosta roja, que es el color de la del Cantábrico, también conocida como Langosta Real del Cantábrico. Se pesca en los meses de verano, cuando está en mejores condiciones, y se mantienen vivos los ejemplares a lo largo de todo el año, para el abastecimiento de los restaurantes.
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¿Dónde se come la mejor langosta del mundo?
Los 5 mejores templos de langostas La langosta es casi tan deliciosa como exclusiva, y no pierde su lugar en el top de los amantes del buen comer. Y para disfrutar de este manjar del mar como debe ser, es necesario visitar algunos de los restaurantes más sofisticados del mundo.
De acuerdo con el chef Andrew Clarkson, “la mejor langosta crece en agua fría y en la profundidad del mar”. El chef explicó que la mejor temporada para recogerla es en el invierno. Por eso es tan rara y costosa. Y su exquisitez marca un fuerte contraste con su apariencia externa, que raya en lo intimidante.
Hay más de 50 especies de crustáceos llamados comúnmente langostas; pertenecen a las familias Palinuridae, Scyllaridae y Sinaxidae. Se caracterizan por la textura y frescura de su carne. El sabor de la langosta es suave y fácil para acompañar con diferentes sabores u especies.
- La mejor manera de disfrutar de una langosta deliciosa es cocinándola en agua dependiendo del peso y después terminar de cocinarla en la parrilla, acompañada de mantequilla clarificada, unas papas rosti y una ensalada de repollo”, agregó Clarkson.
- Dentro de los sitios más conocidos para disfrutar de este platillo, destaca Maine en EE.UU.
Este es un sitio verdaderamente privilegiado, donde se cría la langosta. Es protegida y no se permite que la extingan, ya que está totalmente controlada su pesca. Tienen leyes para protegerla y la forma de manejar su captura es completamente vigilada, con técnicas que garantizan su sana conservación.
- Otros lugares conocidos por criar langostas son Boston, Nueva Orleans, Florida, España, Chile, Brasil y Perú.
- En la isla Robinson Crusoe, la más importante del archipiélago Juan Fernández, se consume una gran cantidad de productos del mar, incluyendo langostas.
- Según el chef Juan Ramírez, del restaurante Squella ubicado en la avenida Ricardo Cumming, cerca a la Alameda en Santiago, Chile, esta langosta es una de las más sabrosas del mundo.
“Se prepara la mitad con una trilogía de salsas, para que se pueda apreciar completamente su sabor. También hay preparaciones más elaboradas como langosta con salsa al whisky y champiñón acompañado de puré al oliva y tomate gratinado”. En Colombia también hay varios restaurantes donde se puede conseguir una langosta de gran nivel, como en La Mina, dentro del Hotel JW Marriot Bogotá.
- Es la más costosa de Colombia, importada de Maine.
- Tiene un valor de $190.000 y se prepara a la parrilla o al vapor con mantequilla clarificada, al ajillo o una salsa de quesos.
- El platillo estrella de La Langosta en Cartagena es el que la da nombre.
- Se prepara de 20 maneras diferentes, por ejemplo, juegan mucho con los frutos cítricos.
El ambiente es tranquilo y bastante agradable ya que queda en una antigua villa. En Brasil hay lugares como Casa da Langosta en Camboriú, que se especializa en platos preparados con mariscos. Los más destacados son À Belle Muniére, con anguila chilena, y el especial de la casa, la Langosta Mista.
- Joe´s stone crab, fresco y único
- Si no se quiere ir hasta el norte de Estados Unidos basta ir a Miami y disfrutar de la también exótica langosta de la Florida en Joe´s Stone Crabs, un restaurante que tiene ya 100 años de existencia, situada en el sur.
- A este restaurante hay que irse preparado para esperar, porque no reciben reservaciones ya que vive lleno.
Sin embargo, hay que llegar con ganas de gastar, teniendo en cuenta que es tan costoso como delicioso. El restaurante se destaca por su buena calidad, la langosta y las mejores patas de cangrejo. The palm, la mejor carne y langosta En el restaurante The Palm es reconocido mundialmente por sus famosas carnes y langostas gigantes.
- The Palm es un restaurante perfecto para visitar en familia, para celebraciones y para comidas de negocios.
- El servicio es excelente, los platos son de muy buena calidad y las langostas son gigantes acompañadas por una salsa de mantequilla con limón deliciosa.
- The Palm se puede encontrar en Nueva York, Miami, Boston, Chicago, Las vegas, Dallas, Atlanta, Houston y Londres.
Emeril´s New Orleans Fish house El Emeril´s New Orleans Fish House está ubicado en Las Vegas, en el Hotel MGM Grand, y es propiedad del famoso chef Emeril Lagasse, quien es el dueño y chef de diez restaurantes reconocidos y galardonados en Nueva Orleans, Las Vegas, Orlando, Miami y Gulfport y Mississippi.
- La opinión
- Rini Khoudari
- Chef del Mariano Moreno
“La langosta del restaurante The Palm se destaca por su tamaño, sabor y textura. Se come con una salsa de mantequilla y limón”. : Los 5 mejores templos de langostas
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¿Qué langosta es más rica?
4. Elegir una buena langosta. – Las antenas y el peso de la langosta también indican buen estado, donde las antenas largas son las mejores. En este caso no aplica “mientras más grande, mejor”. Las de mayor peso no suelen tener un sabor tan dulce y su carne es más dura. En cambio, el mejor sabor lo encontrarás en langostas de menor tamaño.
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¿Cómo elegir una buena langosta?
Cocinar langosta –
- Hay varios motivos por los cuales se cocinan inmediatamente después de matarlas,
- Uno es porque de esa forma los músculos de las langostas se tensan menos, evitando texturas chiclosas,
- La otra tiene más que ver con la sanidad, pues las langostas tienen microorganismos que se reproducen tan rápido que pueden intoxicarnos si tardamos en cocinarlas.
¡No desperdicies nada! Con las cabezas puedes hacer bisque, una tradicional sopa francesa que se liga con arroz. El sabor de la langosta es tan especial y delicado que te recomendamos que no las cocines con muchas especias: sal y pimienta blanca es suficiente.
- Una muy buena manera de acompañarlas es con mantequilla clarificada, limón amarillo y perejil ; también puedes prepararlas estilo thermidor (abajo te dejamos la receta).
- Hay dos formas básicas de cocinarlas,
- La primera es introducirlas vivas al agua hirviendo (tardan aproximadamente 15 minutos por kilo) y la segunda es ponerlas directamente en la plancha partidas por la mitad.
Aunque menos común, si encuentras unas colitas de langosta en el mercado te recomendamos que las cocines a la parrilla (sí, así como carnita asada).
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¿Qué es mejor langosta hembra o macho?
¿Bogavante o langosta? Autor: Pepe Barrena Fecha Publicación Revista: 01 de julio de 2017 Fecha Publicación Web: 28 de junio de 2017 P odría constituir un guión gastronómico alternativo al film “Duelo de titanes”, uno de los grandes western de la historia en cualquiera de sus versiones, sobre todo por enfrentar a estos dos colosales crustáceos que, con el devenir de los tiempos, han sufrido tribulaciones varias.
Sin más divagaciones, hay que decir que la antaño reina de las mesas más encopetadas está en horas bajas en la cocina de autor actual y que el bogavante vive en la gloria acechando el trono. ¿Cuál es mejor? Vayamos por partes, ya que de la cabeza a la cola las diferencias son sustanciales. Lo cabal es comenzar por echar un vistazo general a las particularidades de los dos pesos pesados.
En el caso del bogavante no hay que ir a recorrer mundo para abarcar su tipología. Con hablar del americano y del europeo casi todo está dicho. Su aspecto externo es muy parecido aunque el matiz de su color es importante para distinguirlos. Prefiriendo ambos como hábitat las aguas frías con fondos rocosos, la tonalidad respectiva depende precisamente de estos fondos donde retozan.
Así, el homarus americanus –generalmente con pinzas más grandes y las articulaciones de la cola más anchas– varía del azul verdoso al marrón rojizo y la coraza está salpicada de un tono negro y verdusco. El bogavante europeo (homarus gammarus) porta ese color azul sombreado o cobalto que tan bien sienta a los mares que bañan desde Noruega hasta la costa cantábrica española.
También son llamativos por sus lados y partes inferiores amarillentas con manchas rojas. Una buena derecha Por norma, los de uno y otro lado del Atlántico poseen la pinza derecha más desarrollada, ya que sirve para agarrar sus presas y enemigos y para partir la comida. Con la izquierda, menos gruesa, desmenuzan la captura y se la llevan a la boca. Dado que los bogavantes crecen muy despacio, alcanzan la madurez sexual alrededor de los 6 años y cuando más carne tienen es poco antes de la muda de su caparazón y dos o tres meses después.
- Y como con el sexo hemos topado ahí va la primera pregunta del millón: ¿macho o hembra? Resumiendo brevemente son más apreciadas las pinzas de los machotes, tal vez porque contienen más chicha que las de las hembras, y el abdomen de las féminas, de más finura y carnosidad.
- Pero el verdadero problema es otro, la distinción.
Al contrario de la langosta, donde una simple ojeada a los pétalos del reverso de la cola basta para definir el sexo –bastante más anchos los de la hembra–, en el bogavante hay que mirar con mucha atención si se quiere constatar este particular. La conclusión es como sigue: deben fijarse en una larga y estrecha pata, como un palillo articulado, que se encuentra al principio de la cola, junto a la cabeza.
Si este miembro termina en punta estamos ante un macho; si finaliza con unos pelillos es hembra. Para detallistas. La cocina elemental El bogavante tropieza casi siempre con dos errores de bulto: si es la plancha la protagonista, la herejía consiste en abrirlos a lo largo y dejar que sus carnes toquen el calor infernal.
Obviamente, usted no come una delicatessen sino una tostada salada. Con lo fácil y racional que es posar la pieza, mejor sin abrir, en la plancha o parrilla sólo por la cáscara. La cocción será perfecta y los jugos del crustáceo permanecerán en todo su apogeo. El otro sacrilegio ha sido un plato que me ha martirizado durante décadas, la ensalada de bogavante, que encontró el chollo del siglo con el “pontífice de los mares”. Tres o cuatro rodajitas de la cola, mucho bouquet de lechugas y hortalizas, un aliño desabrido.
- Y a engordar la minuta.
- ¡Qué pena! con las fantasías que uno ha encontrado a lo largo y ancho del planeta.
- Cómo no hacer un hueco de honor en la memoria al fantástico bogavante asado al fuego de la chimenea de Michel Guérard, o a la genial fricasée de este marisco con sémola de trigo de Michel Trama; o al ragú con patatas de Alain Chapel, inspirado en la tradición bretona; o al exótico con especias de Olivier Rollinger en su desaparecido Maison de Bricourt de Cancale.
No puedo olvidar tampoco el sensacional potaje de chipirones con bogavante y caldo de garbanzos de Hilario Arbelaitz, en el Zuberoa de Oyarzun o el que Arzak preparaba con aceite de oliva virgen extra ¡blanco! En fin, y como pauta general y ajena a estas obras maestras, prefiero que los bogavantes de tamaño medio se utilicen para asar o cocer enteros; los grandes, sin embargo, son más aptos para el suquet o un arroz semi-caldoso, siempre cortados en trozos generosos y con el valor añadido de sus carcasas y jugos que proporcionan caldos y esencias insustituibles.
- La princesa roja ¿Y la langosta? Cuidémosla como se merece.
- Presente en casi todos los mares del mundo, su pasaporte indicativo presenta los diversos colores de su caparazón, colores que varían según las especies y el lugar de pesca y que, a su vez, permiten componer una tabla jerárquica de calidades en función de su origen.
Con este crustáceo hay menos controversias geográficas que con el bogavante. La o “real” del Mediterráneo se lleva todas las medallas frente a las invasoras “verdes” de Mauritania, la “morena” de las Antillas, la rojiza oscurecida de Ceilán, la rosada de las Canarias, la “morada” del Golfo de Guinea o la reputadísima del Canal de la Mancha.
- Sobre la calidad de los machos o hembras tampoco hay muchas discusiones.
- Son “ellas” las favoritas.
- Y para que la langosta vaya ganando algún asalto de este combate escrito, diré tajantemente que los sesos y cremas de su cabeza no tienen parangón con los del otro gran rival.
- La cola es otro cantar.
- Me gusta preferentemente cocida y en su cocina hay que hablar de tradición más que de vanguardia porque, curiosamente, es difícil encontrar recetas contemporáneas de nivel.
Valga como muestra, un poco alejada en el tiempo pero perfecta para entender su declive, el libro que en los ochenta del siglo pasado redactó el crítico Henri Gault con sus 50 mejores restaurantes de Francia y sus platos predilectos. ¡Ni uno sólo de langosta! No queda más remedio, por desgracia, que inclinarse ante los clásicos. Y el clasicismo de la culinaria de la langosta pasa ineludiblemente por una receta íntimamente asociada a Bretaña, región también conocida como Armórica, tierra de mar con mayúsculas en el dialecto local. La langosta “a la armoricana” devino en “a la americana” por un viaje de su creador –el cocinero bretón Pierre Fraisse– como emigrante a América.
Ahora, su salsa –chalotas, fumé, brandy, mantequilla. – ha alcanzado el estado de eternidad sirviendo de guarnición a múltiples pescados. La fusión entre “mar y montaña” ha aportado al recetario de la langosta excelentes resultados, fundamentalmente en la cocina catalana, pero si hubiera que elegir un plato representativo del estofado señorial e intemporal éste podría ser el suculento “civet” de Jaume Subirós en el legendario Hotel Ampurdán de Figueras.
Llegó la hora del veredicto. Lo justo, gastronómicamente, sería coger una langosta y un bogavante de tamaños parecidos y prepararlos de idéntica forma, sin ningún tipo de añadidos; por ejemplo cocidos o a la plancha con la corrección debida. Que cada coloso se muestre de la forma más natural y que cada catador juzgue cuál es el mejor.
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¿Qué es más bueno langosta o bogavante?
El sabor – El bogavante tiene un sabor más intenso, su carne es más fibrosa, con poca grasa, rica en sales y algo difícil de digerir, en cambio la langosta tiene un sabor más delicado y la carne es más suave. También puedes leer : ¿Dónde comer langosta en Maine y sus alrededores?
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¿Cuánto cuesta la langosta en China?
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo del Estado (SEST), actualmente en China el kilo de la langosta roja bajacaliforniana se vende hasta en 94 dólares.
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¿Cuánto pesa una langosta grande?
Un adulto promedio mide aproximadamente 23 cm de largo y pesa de 700 a 900 gr.
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¿Dónde se puede encontrar la langosta azul?
Aunque ahora sean mantenidas como mascotas en los acuarios domésticos, en un principio las langostas azules solo era criada para consumo humano. La langosta azul, también llamada langosta de pinzas rojas, es un crustáceo originario de áreas tropicales del noroeste de Queensland y el territorio norte de Australia. Este vistoso decápodo azul es muy popular entre los acuaristas. Eso sí, no puede convivir con otros animales.
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